#216: Fotos de nuestro viaje a Hokkaidō - 2011-02-07
Poco rato más estuvieron en Otaru. Hugo había agotado ya un rollo de fotografías, y decidió que había que revelarlo inmediatamente. Luego de un paseo de una hora por los alrededores del canal y la ciudad, decidieron que volverían a Sapporo.
Al volver a la estación de Otaru, se encontraron con un grupo de escolares, que irían a Sapporo a ver el festival de hielo. Una chica japonesa quedó mirando a Rosa y, sin decirle nada, procedió a quitarse la chaqueta que vestía, quedando en blusa, corbata y una falda bastante corta. Acto seguido, tomó un pequeño montón de nieve del suelo, y procedió a aplicárselo sobre el cuerpo.
- “どこから来ましたか?” - preguntó la chica japonesa a Rosa.
- “Chile. あたしはチリから。”
- “そこは寒いですか?”
- “いいえ。何時でも雪があらへん。時には、それは非常に暑いです!私は好きやねん!”
Entonces, la chica japonesa tomó el brazo de Rosa, y lo soltó inmediatamente. Rápidamente procedió a ponerse de nuevo la chaqueta, y entró con sus con sus compañeros a uno de los vagones. Rosa estaba muy helada.
- ” Me imagino que la gente de esta región debe estar acostumbrada a vivir en el frío. ” - comentó Hugo.
- “ Chaunen. Si fuera así, no habría aire acondicionado en los restaurantes. ¿No crees? ”
- “ Pero para andar así con esas minifaldas tan cortas... ” - agregó Eliana, haciendo mímica con su propia falda corta - “ Y sin pantimedias... ”
- “ Pero con chaqueta, botas peludas, calcetas gruesas, guantes... ¡En todo caso, no es mi intención competir por quién resiste más en el frío! ¡Esa niña se podría resfriar! ”
- “ ¡Y tú no! ”
- “ Nunca me he resfriado. ”
Pronto el tren se llenaría de gente, varios de ellos escolares. Usualmente hay dos horas más de clase después de almuerzo, así que es muy raro ver escolares a esa hora. Probablemente salieron temprano de la escuela, o quizás están en paseo de curso.
El tren de Otaru a Sapporo demoró media hora. Fue complicado bajar del tren, ya que había mucha gente esperando para subir. Pronto volvieron a la plaza donde en la madrugada habían jugado a lanzarse bolas de nieve.
Estaba lleno de gente, muchos de ellos extranjeros que habían viajado para ver el famoso Festival de Hielo de Sapporo. Habían norteamericanos, ingleses, suecos, una pareja de salvadoreños, y varios grupos de personas que hablaban lenguajes del grupo Min (Taiwan, Fujian, Hainan, etc). También había una pareja joven, hijos de chilenos pero que hablaban finlandés en lugar de castellano... A Rosa eso le causó un dolor de cabeza horrible, ya que ella parecía entender todo lo que los turistas cuchicheaban.
La exposición era magnífica. En el parque central de Sapporo, llamado Ōdori, estaban instaladas muchísimas estatuas de hielo, mostrando edificios y personas famosas, personajes de animé, animales. Fue realmente hermoso.
Una señora con una pala se acercó a Eliana, y trató de hablar con ella, pero Eliana no pudo entender lo que decía, por lo que Rosa tuvo que intervenir.
- “ La señora es escultora. Construyó una torre y quería que Eliana posara en la torre como si fuera Rapunzel. ”
- “ ¡Ja-ja! ” - respondió Eliana - “ Dile a la señora que nos lleve a su torre. ”
Antes de que la señora pudiera ir a buscar la escalera, Eliana ya había trepado los cuatro metros de altura de la torre.
Eliana fue entonces bombardeada por los flashes de decenas de turistas, así que pronto se bajó de la torre.
- “ Esto no es lo que yo quería. No quería ser una atracción turística. ” - dijo Eliana.
- “ Si vas a mantener tu pelo así de largo, creo que tendrás que acostumbrarte a las miradas de los extraños. ”
- “ ¡Pero soy muy fea! ¡Me da vergüenza! ”
Un hombre japonés la quedó mirando. Un “ Kawaii ” en voz baja fue su forma de discrepar con lo que Eliana decía de sí misma.
- “ Kawaiinai! ” - le gritó Eliana, y se tapó la cara, muy avergonzada.
- “ Tú también estás aprendiendo Japonés. ”
- “ ¡Para nada! ¡Quiero irme a mi casa! ”