#235: Kumite en familia - 2011-07-07

Eliana y Pedro esperaban ansiosos la decisión de la prima tercera de ellos, esta niña japonesa llamada Naoko. Ella estaba nerviosa, sabía que ellos eran talentosos aunque no tenían mucha práctica, ya que Rosa le había advertido de ellos.

Súbitamente, decidió probar si lo que decía Rosa era cierto, lanzando un puñetazo hacia el cuerpo de Eliana, tan veloz y repentino que Bruce Lee estaría orgulloso. Pero Eliana no tuvo problemas en evitarlo. Naoko, sorprendida de los reflejos de Eliana, intentó varios otros golpes, sin ningún éxito, y luego tiró la toalla.

- " ¡No, es imposible! ¡Pedro, practicaré contigo! ¡Al menos tus habilidades no son sobrehumanas! ¡Podré contigo! "

- " ¡Ja! ¡No me subestimes, Naoko! ¡Soy muy bueno para pelear! ¡Además, en cuanto a fortaleza física, no existe comparación posible! ¡Deberás defenderte muy bien si no quieres salir lastimada! ¡Y voy a tener que medir mis golpes! "

- " ¿Qué tan fuerte eres? Rosa me dijo algo, pero no entró en detalles. "

- " ¡La semana pasada tomé a Rosa en brazos, mientras ella cargaba sobre sus hombros a Shigeru! "

- " ¿¡Qué!? ¿¡Ella también es muy fuerte!? ¡Y tú...! ¡No, eso es imposible! "

- " ¡Pero no te preocupes! ¡Voy a golpearte despacito! De hecho, quiero practicar para controlar mejor mis movimmientos, porque eso fue lo que mi tía abuela Misato me dijo que tenía que hacer. "

- " ¡Sé bueno conmigo entonces! ¿Ok? "

- " ¡Ok! "

Entonces, Eliana decidió practicar a solas, ya que no quería sacarse el gi recién puesto. Mientras tanto, Shigeru le dijo a Juan a través de Ryōko que no estaba dispuesto a darle una revancha, y decidió retar al hermano de Juan, Miguel. Ryōko, la hermana de Shigeru, le ofreció a Juan una pelea de consuelo; Juan aceptó de regañadientes. En tanto, Misato y Atsuko volvieron al dōjō, también vestidas de gi, pues Atsuko se sentía humillada por haber tenido que disfrazarse de la protagonista del antiquísimo manga y animé "Himitsu no Akko-chan" (conocida en Latinoamérica como "Los secretos de Julie"), y quería una pelea para ajustar cuentas con su cuñada.

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Hasta que se vio tumbado en el piso por su prima, Juan no sabía cuánta falta de práctica tenía. En Chile, Ryōko podría ser considerada digna de ser maestra de Karate, y no tendría nada que envidiarle a alguien como Samuel Gutiérrez. En Japón, ella no era más que un cinturón verde, una alumna más del montón. Ni siquiera era considerada talentosa por su familia, y tampoco se esperaba que lo fuera.

Del cual sí se esperaba que diera la cara por la familia de Carlos y Atsuko era Miguel, el hijo que, a diferencia de Juan, sí había partido a Japón, e incluso recibió su cinturón negro en ese mismo dōjō. Pero Miguel estaba incluso peor que Juan.

Atsuko fue la única que demostró ser superior ante su contrincante, aunque Misato no se había dejado estar y opuso una férrea resistencia. Ellas siguieron entrenando juntas por un rato hasta que llegó la hora de despedir a los invitados.

Pedro sorprendió con su habilidad a Naoko. No atacó mucho, más bien se dedicó a bloquear sus ataques y contrarrestar sus movimientos. Luego de un rato se daría cuenta que las debilidades de Naoko iban más allá de ser mujer y más débil físicamente; también tenía algunas fallas en su defensa, las que Pedro se encargó de explotar. Por otra parte, las debilidades de Pedro pasaban más por ser más lento y por y su poca capacidad de controlar su fuerza, pero su estrategia de contraataque sólo requería anticipar los movimientos de la rival y encontrar espacios. Si Pedro hubiese ido al ataque, no habría tenido posibilidad ante una Naoko experta en jugar con la fuerza del contrario y muchísimo más rápida y lista que él.

Finalmente, llegó la noche, y con eso la hora de cenar. Todos los que habían entrenado estaban cansados. Luego de la pelea de Juan y Shigeru, el tío abuelo Hiroshi se había retirado a preparar la cena, y aprovechó de enseñarle a Rosa (quién más) cómo hacer okonomiyaki, un panqueue hecho principalmente con ñame chino (nagaimo) rallado (tororo), harina, huevos y repollo en tiras, más un sinnúmero de otros ingredientes a gusto del consumidor, los que en este caso incluyeron ingredientes típicos como aonori, katsuobushi, pulpo, chancho, queso, salsa okonomiyaki y mayonesa japonesa, además de innovaciones tales como palta, longaniza, aceitunas, fritos de cebolla y coliflor.

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