#237: Resumiendo... - 2011-07-28

El viaje a Kōbe fue bastante más corto que la vez anterior, ya que no había tanto taco en la carretera; al parecer habrían habilitado una vía alternativa. La lluvia hizo que pasaran rápidamente caminando desde el paradero de buses a la casa de los abuelos; sólo una vez que estuvieron adentro se dieron un momento para reflexionar sobre la gran suerte que tuvieron como familia al no tener que lamentar ninguna pérdida tras el terremoto.

Afuera, la destrucción estaba por todos lados. Mucha gente aún permanecía en albergues, ya que lo habían perdido todo. La gente que vivía al lado de la casa de Atsuko, sin embargo, decidió volver a su terreno, instalando una mediagua sobre los escombros que habían quedado de su hogar.

Adentro, una casa muy bonita y acogedora los esperaba. Eliana fue la primera en refugiarse en el kotatsu, mientras que Hugo subía al segundo piso para lo que repetidamente había suplicado a Don Carlos y Doña Atsuko que le permitieran hacer: una llamada de larga distancia.

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- " ¡SAPOCOP me tiene aburrida! ¡Habla puras estupideces todo el día! ¿Por qué no te lo llevaste a Japón? "

- " Eh... ¿Carola? ¡Cómo supiste que era yo! "

- " ¿¡Pensi che io sia stupida!? ¡Son las una de la mañana! ¿Quién más llamaría a esta hora? "

- " Oh, disculpa... debí haber llamado más temprano... En todo caso, si SAPOCOP está hablando, eso es culpa de Eliana. "

- " No sé, esa niña me parece demasiado sensata como para producir un invento tan absurdo. "

- " No te la creas tan sensata. ¿Por cierto, qué clases de cosas dice SAPOCOP? "

- " ¿Te acuerdas de ese capítulo de 'La Pequeña Lulú', ese de la muñeca que dice 'Hola, mi nombre es Hugo.' "

Carola está hablando de la versión Anime, publicada en 1976.

- " Grr... sí, cómo no me he de acordar... "

- " Esa clase de tonterías. "

- " ... "

Hugo entonces se tomó el resto de los minutos que le habían dado de permiso para narrarle a Carola las peripecias que habían vivido hasta ese momento en Japón.

En tanto, Pedro sintió curiosidad por un objeto que estaba conectado al televisor: una consola de juegos de cuarta generación. Los niños se turnarían durante cinco horas para jugar con ella.

Mientras, Doña Atsuko le enseñaba a Rosa cómo preparar algunas recetas de comida japonesa, las cuales serían la cena. El día se pasó volando.

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