#341: Pelea de perros grandes - 2014-10-02
Pedro: ¿Estás bien, Li?
Li Xiaoshang: ¡AAAYYY!
Pedro: Pucha... ¿Qué te puedo decir? ¿Acaso no es lo que tú querías? Primero me pediste que entrenáramos, después que peleáramos en serio. Me acusaste de contenerme, te advertí que podría lastimarte, y aún así insististe en que luchara con todas mis fuerzas. ¡Y ahí tienes!
Li Xiaoshang: ¡No puedo creerlo! ¡Sólo tienes diez años!
Pedro: ¿Y? ¡Sabes que soy muy fuerte para mi edad! ¿O se te olvidó lo que Héctor dijo de mi?
Li Xiaoshang: ¡Me dejé engañar por tu engreimiento! ¡Usualmente los tipos como tú no son como se creen!
Pedro: Bueno, no es por ofender, pero no eres la chica más humilde que conozco.
Li Xiaoshang: ¡Ay, esa sería tu hermana! ¿Sabes? ¡Mejor déjame sola!
Pedro: No debería. Mejor te acompaño a tu casa.
Li Xiaoshang: ¡DÉJAME SOLA, CARAMBA!
Eduardo: ¡¡¡PEDROOO!!!
Pedro: ¿Qué te pasa, Eduardo? ¿Acaso se te ocurrió que podrías pelear con los perros grandes?
Eduardo: ¡No me importa que seas más fuerte! ¡No permitiré que le hagas daño a una niña indefensa!
Pedro: ¡Aquí la única niña indefensa eres tú, alfeñique! ¡Li es una gran luchadora, y ella quiso que entrenáramos! ¿Cierto, Li?
Pedro: ¡Vaya, se ha ido! ¡Tendré que prepararme, la próxima vez será aún más difícil!
Eduardo: ... Entrenando...
Pedro: ¿No sabías? Li practica artes marciales chinas. Su familia tiene una academia al este del pueblo.
Eduardo: ... Oh, Dios...
Pedro: Por cierto, ¿qué pretendías con ese patético bate de béisbol? ¿Impresionarla? ¡No pierdas tu tiempo!