Eliana: ¿Sucede algo, Mamá?

Clara: ¡Sí! Necesito que se lleven a Rosa a dar un paseo, no sé, hagan algo. Ha estado encerrada todos los dîas desde su viaje a Chanco y así tan deprimi­da no me sirve.

Pedro: ¿A qué lugar te gustaría ir?

Rosa: No sé, no tengo ga­nas de na­da. Lléven­me donde quieran.

Eliana: ¡Tengo una idea! ¡Vamos al río a dar un paseo en bote! ¡Yo invito!

Eliana: Hola, Javiera.

Javiera: ¡Guau, Eliana! ¡Tus saltos son cada vez más largos!

Eliana: ¡Es que el bote iba muy lento!

Olga: ¿Qué? ¿Esta niñi­ta flacuchenta es la que les hizo clases, Javiera?

Javiera: Sí, Mamá, la misma. Eliana, ella es Olga, mi mamá.

Eliana: Ah... la he visto varias ve­ces... Mejor no digo nada.