#393: Autodiagnóstico - 2016-01-03
Clara:
¿Mejor ahora?
Rosa:
Sí, un poco. Quizás sería bueno que yo salga más seguido al río o a la playa...
Clara:
Mientras no sea todos los días...
Rosa:
Además, creo que lo que más necesito en este momento es estar sola. Sí, creo que eso me hará bien.
Clara:
¿Sí? Pues si lo que quieres es que te deje salir sola, pues olvídalo. No en ese estado, eso sí que no.
Rosa:
¿Eh? ¿¡Por qué no!? ¡Si yo no voy a hacer nada!
Clara:
¡Por que no quiero que sigas los pasos de Raimundo Tupper! ¡No quiero perderte, hija mía!
Rosa:
¡Pero Mamá! ¡Cómo se le ocurre! ¡No estoy TAN mal!
Clara:
Rosa, en serio. No quiero correr riesgos contigo. Ahora dices que estás mejor, pero debe haber alguien que te cuide en caso de que tengas alguna recaída.
Rosa:
¡No soy capaz de algo tan terrible!
Rosa:
Ni siquiera se me había ocurrido. Y sería absurdo reaccionar así.
Rosa:
Si estoy triste es porque no sé nada del amor y no estoy lista para pololear.
Rosa:
Rafael tampoco quiere pololear, pero siento algo muy especial por él. Y eso me tiene angustiada.
Clara:
Pero no he perdido la esperanza de que algún día, ya mayores, nos volvamos a encontrar. No, no estoy deprimida.
Rosa:
¡Espera! ¿Qué pasó? ¿Tan rápido me quedé dormida?
Rosa:
¡No siento nada! ¡Ni frío, ni calor, ni...! ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy flotando? ¡No entiendo nada!
Rosa:
¡Tengo mucho miedo! ¡Quiero despertar...!