#249: ¿Fuiste tú? - 2011-11-21

Al terminar la clase, Rosa quería irse caminando junto a Rafael, para poder conversar con él después te tanto tiempo, pero no se dio cuenta cuando él ya había abandonado la sala.

En su lugar, varios de sus compañeros la rodearon.

- " ¡Rosa! " - Catalina le habló. - " ¿¡Qué pasó contigo que no te veías!? ¿Estabas en Talca? "

- " No. Iba a ir, pero... tuvimos un percance. "

- " Oh. O sea que, ¿no fuiste a visitar a Rafael? "

- " No, no pude. Tuve que viajar a otro lugar, además. "

- " ¿Ah, sí? ¿A donde viajaste? "

- " Er... viajé a Japón, donde mis abuelos. "

- " ¿¡A Japón!? ¡Guau! ¿Sabes? ¡Yo fui a Inglaterra! "

- " ¡Y yo a Disneylandia! ¡Jajaja...! " - agregó Javiera, riendo. Todos la quedaron mirando.

- " ¿Eh? ¿Y tú de qué te ríes? " - le preguntó Catalina.

- " ¿Qué? ¿Están hablando en serio? "

- " ¡Claro que sí! ¿Con quién te crees que estás hablando, ah? "

- " Er... pensé que era una broma. ¡Es que no puedo creer que hayas ido a Inglaterra, qué envidia! "

- " ¡Pues sí, así es! Viajamos en patota, los Espinoza y los Navarrete. Fuimos a Redcliffe Bay, en North Somerset, cerca de Bristol. También visitamos Bath, donde hay unos baños termales romanos, bien conservados... pero que no se pueden ocupar por una infección. Y sí, pasamos por Londres, así que puedo decir que conozco el Big Ben, la Torre de Londres y el Puente de la Torre. ¡Jaja! ¿Y tú, Rosita? ¿A qué parte de Japón fuiste? "

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- " A Kōbe, con toda mi familia. "

- " ¡Oye, ahí donde ocurrió el terremoto! " - exclamó Marcela.

- " Sí. A la casa de mis abuelos no le pasó nada, pero muchas casas y otras construcciones se vinieron abajo. Hubo como 5000 o 6000 muertos. Fue un desastre terrible. "

- " ¡Ooooh! "

- " También viajamos por gran parte de Japón, desde Sapporo al norte hasta Fukuoka al sur. Mucho de nuestro viaje fue entregando recados desde y hacia Kōbe. Pero también paseamos, jugamos con la nieve, y sacamos muchas fotos. "

- " Mi mamá siempre nos hablaba del terremoto que hubo en Valdivia el año 1960. " - agregó Rodolfo - " Tenía tíos allá, y ellos se salvaron pero perdieron todo. "

- " El terremoto de Valdivia fue mucho más fuerte que el terremoto de Kōbe. "

- " ¡Sí! ¡Fue el mayor terremoto de la historia! ¡Y también murieron como seis mil personas...! "

- " ¿Tú crees? Yo tenía entendido que sólo murieron dos mil y tanto... "

Todos se miraron a las caras. Ya no querían hablar de terremoto.

- " ¿Y ustedes? " - Pablo rompió el hielo - " ¿A donde fueron durante las vacaciones? "

- " Rodolfo y yo fuimos a Frutillar. " - respondió Marcela - " De allá es nuestra familia. Estuvimos para las semanas musicales y otros eventos de fines de Enero. "

- " ¡Qué entretenido! " - agregó Javiera - " Nosotros fuimos con el Pablo a Bahía Inglesa. Las playas de allá son las mejores de Chile, muchísimo más lindas que las de acá, y el agua es más cálida, mucho más rica. "

- " He oído hablar de Bahía Inglesa. " - comentó Rosa - " No me gusta el desierto, prefiero los climas más fríos y lluviosos. "

- " Lo sabemos, Rosa. Lo sabemos. "

Pronto, Pablo y Javiera se despidieron al frente de la casa de Pablo. Rodolfo y Marcela se separarían también, caminando en dirección a la costa. Eso dejaba solos a Catalina, Arnoldo y Rosa.

- " Ahora que estamos solos los tres... Rosa... " - habló Catalina.

- " ¿Eh? "

- " Mira, ya ha pasado mucho tiempo, y creemos que ya es tiempo de dejar el pasado atrás y hacer las paces entre nosotros. "

- " ... Hacer las pases... "

- " Rosa... " - Arnoldo continuó, hablando por primera vez desde que salieron de la escuela - " yo sé que estuvo mal lo que hice. La verdad es que me obsesioné contigo durante ese tiempo, a pesar de que ya había un chico que te gustaba seguí molestándote... "

- " ... Así es. "

- " Y nunca te pedí disculpas por lo que hice. Lo lamento. "

Rosa se queda mirando a Arnoldo.

- " ... La verdad, no sé que decirte, Arnoldo. En verdad ha pasado harto tiempo, y eso para mí ya era historia cerrada, ya que al final te pusiste a pololear con Catalina, y me dejaste tranquila al fin. La verdad, no esperaba tus disculpas, pero no puedo más que aceptarlas... para que tú también cierres ese capítulo en tu vida. ¿Ok? "

- " ... Sólo hay una cosa que necesito saber antes de eso, Rosa. "

- " ¿Sí? ¿Qué cosa? "

- " Fuiste tú, ¿verdad? "

- " ¿Yo? "

Arnoldo apuntó a su cuello, y Rosa se horrorizó, arrodillándose y cubriéndose el rostro con las manos. Arnoldo la contempló, sorprendido.

- " ¡AAAAH! ¡Sí, Arnoldo, fui yo! ¡Yo te hice eso! "

- " ¿Viste, Arnoldo? ¡Qué te dije! " - Catalina interrumpió, mientras Rosa rompía a llorar, vencida por la culpa y la vergüenza - " ¡Así que llegando a la casa armas tus maletas porque mañana nos vamos a Santiago! "

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Arnoldo tomó un momento para tranquilizarse antes de responder a Catalina.

- " ... Ya, sí, perdí... ¿Pero y si tu amiga ya vendió las entradas? "

- " ¡Pues habrán otros conciertos, m'ijito! Así que en ese caso mejor guarda las monedas, porque si se viene otro metalero bueno, voy a cobrar la apuesta. "

- " Como usted diga, doña Catalina. "

- " ¡Uy! ¡No me digas doña! "

Rosa seguía llorando, postrada.

- " Bueno, ¿y? ¿Qué hacemos con ésta? "

- " Er... ¿Rosa? "

- " ¡Me volví loca, Arnoldo! ¡Vi que te estabas riendo de Rafael y no pude contenerme! ¡Yo...! "

- " ¡No, Rosa! ¡Cálmate! ¡Yo sé por qué lo hiciste! ¡Yo sé cómo te sentías en ese momento, y sé que lo tengo merecido..,! "

- " ¡NO! ¡Podría haberte dejado con secuelas, paralítico, o incluso muerto! ¡No medí consecuencias, sólo quería...! "

- " ¡Tranquila, Rosa, que no me pasó nada! "

- " ¿En serio? "

- " ¡Claro! El doctor me dijo que tuve mucha suerte, pues efectivamente podría haber quedado con secuelas. Igual me quedó adolorido el cuello durante unos días, pero más que nada por un tema muscular. El cuello ortopédico fue sólo una medida de precaución. Estuve bajo observación hasta mediados de Diciembre, pero todo bien. "

- " Oh... "

- " Por cierto, Rosa... ¿Sabes? Si hubiese estado en tu lugar, habría hecho lo mismo. Aún si hubiese sido una mujer, si viene alguien a tratar mal a Catalina, yo sería capaz de hasta matar por defenderla. "

Rosa quedó mirando a Arnoldo, aún sin tranquilizarse del todo.

- " Rosa. Hasta ese día, yo no sabía lo que era estar enamorado. Cuando iba en el otro colegio, tenía muchas admiradoras... "

- " ... Y todavía las tienes. " - comentó Catalina, un tanto celosa.

- " Bueno, sí... y debo admitir que, antes de cambiarme de colegio, salí con varias de ellas, muchas me gustaban, pero ninguna despertó nada especial en mí. Ni siquiera tú. "

- " ¿Eh? " - Rosa preguntó, sorprendida.

- " La verdad, sólo me gustaste por tu apariencia física. Quise conquistarte porque no estaba acostumbrado a estar solo, siempre estuve rodeado de chicas atractivas cuando iba en el otro colegio, y quería seguir así. "

- " ... Sólo por ser bonita... " - Rosa agachó el rostro, avergonzada de si misma, aunque por otras razones.

- " Catalina también es muy atractiva, y también tiene muchos admiradores... "

Catalina hizo una pose muy altanera.

- " ... Pero ella es distinta a todas las chicas que he conocido, ella tiene una personalidad muy interesante y muy madura. Bastó con conocernos un poco para que naciera el amor. "

Catalina y Arnoldo entonces se dieron un beso muy fogoso. Rosa se tapó los ojos.

- " ¿Sabes, Rosa? Si no me hubieses rechazado, quizás nunca hubiese tenido la posibilidad de conocer a esta chica tan maravillosa. Además, ahora que te conozco bien, me doy cuenta que me habría aburrido como tonto contigo. Tienes el cuerpo de una mujer, pero eres sólo una niñita. Creo que un niñito como Rafael te vendría de lo más bien. "

Rosa, lejos de ofenderse por las palabras de Arnoldo, asintió con la cabeza.

- " Bueno, eso es lo que yo quería decirte. ¿Hay algo que quieras decirnos? "

- " Este... no, no tengo nada que decir. "

- " ¡Muy bien! Entonces, desde hoy daremos por cerrado este triste capítulo de nuestras vidas. ¿Amigos? "

- " ... Supongo. "

Arnoldo le ofreció la mano a Rosa, y la puso de pie. También le dio la mano a Catalina.

- " Me parece fantástico " - comentó Arnoldo - " que hayamos podido resolver nuestras diferencias en forma civilizada. Eso habla muy bien de nosotros. ¿No crees? "

- " Sí, creo que tienes razón. "

- " Nos vamos, entonces. Mañana tenemos un compromiso en la noche, así que no nos veremos las caras hasta el Lunes, por si acaso alguien pregunta por nosotros. ¿Ok? "

- " Ok. cuídense donde vayan y pásenlo bien. "

- " Gracias. ¡Adios! "

- " ¡Adios! "

Cuando Rosa llegó a la casa, no hizo más que llorar toda la tarde. En verdad, todavía se culpaba por lo sucedido, y se sentía muy mal tras verse al espejo y descubrirse con una apariencia más bien madura para su edad (o al menos eso pensaba ella). Y no sólo era verdad que tenía una personalidad más bien infantil, sino también Rosa quería permanecer de esa manera, no quería asumirse adolescente ni madura.