#332: Padres y hermanos - 2014-08-05
Rosa: ¡Tremendo animal! Imagínense si me muerde...!
Hugo: Yo te iba a preguntar si te mordió. Esos roedores son transmisores de varias enfermedades. Deben andar detrás de las semillas.
Pedro: Y no solo de eso, Hugo. También se están comiendo el papel de la muralla...
Doña María: ¡Chuuu! ¡No me había dado cuenta! Ese papel que están viendo todo roto... ¡Era de cuando mis padres se casaron, antes de la Guerra del Pacífico!
Eliana: ¿Tan antigua es esta casa?
Doña María: Más o menos. Algunos muros se han cambiado, otros quemado, etc. Antes esta casa era bastante más grande, pero ahora la mayoría ha sido destruida. Este muro y el de la entrada, por ejemplo, datan de esa época.
Pedro: Y ese cuadro... ¿De cuando es?
Doña María: Es de fines de 1895. ¿Se los muestro?
Doña María: Ese es mi padre, don Javier Sepúlveda Torres, profesor nacido en 1857 y veterano de la guerra del Pacífico. Murió en 1927 en esta misma casa, y me la heredó.
Doña María: Esa es mi madre, doña Griselda Oyarzún Garrido, hija de unos hacendados de Concepción.
Doña María: Nació en 1859, y murió cuando yo recién cumplía dos años.
Doña María: Ella es mi hermana Antonia, nacida el 8 de Diciembre de 1879...
Pedro: Se parece a Rosa...
Doña María: ¡Rosa! ¡Bah! ¡Debe ser porque la foto es en blanco y negro y...!
Doña María: No, Antonia era más gorda, tenía el pelo castaño, los ojos cafés y la piel más blanca, sonrosada... Era linda, pero algo ingenua, y no cuidaba lo que comía.
Doña María: Antonia murió de un ataque cardíaco en 1898, porque justo se iba a casar y el maldito novio ese la dejó esperando en el altar... Pobre.
Rosa: ¡Qué terrible!
Doña María: Bueno, son cosas de hace un siglo.
Doña María: Continuando, esos dos son mis otros hermanos:
Doña María: Juan, nacido en 1883...
Doña María: ...y Emilio, nacido en 1887.
Doña María: Desde 1909 que no los veo, porque salieron a una excursión y nunca más regresaron... Entonces, me quedé sola.
Doña María: Este... mejor los invito a pasar a mi dormitorio.
¡Sí! ¡Yo voy primera!
¡No! ¡No se puede entrar!
¿Qué pasa, Eliana?
¡Está lleno de bichos ahí dentro!