#333: El perro muerto - 2014-08-11

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Doña María: ¡Ya sé que la casa está llena de bichos! ¡Dé­jame entrar!
Eliana: ¡NO! ¡Te van a comer viva!
Doña María: ¡Ja, no creo! ¡Y quiero ver mi dormitorio!
Eliana: ¡Pues mira esto!
Eliana: ¡Pedro! ¡Es­pérame jun­to a la ven­tana! ¡Voy a traer algo! ¡Nadie entre!
Pedro: ¡Entendido!
Rosa: ... Creo que será mejor ha­cerle caso.
María: (Se lanza por la ventana co­mo si nada...)
Eliana: ¡Pedro! ¡Tira de la cuerda pa' levantar el bulto!
Eliana: ¡Es muy pesado, apenas lo pude a­rrastrar!
Pedro: ¿Qué es?
Eliana: Un perro muerto. Los distraerá.
María: ¿Un perro muerto? ¿¡UN PERRO MUERTO!?
María: ¿Qué te pasa, Eliana? ¿Te volviste loca? ¡Cómo se te ocurre traer semejante inmundicia a mi pieza!
Eliana: ¡Hay cosas peo­res ahí adentro! ¡Pedro, lánzalo adentro y cierra la puerta altiro!
Pedro: ...
¡BLAM!
Eliana: ¿Ves?
María: ¡Nooo! ¡Mi dormitorio! ¡Quiero mi cama!
Rosa: ¡AAAAAAH!